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Artículo #48

Los vinos de Burdeos caen en cifras rojas

Por Pauline Faye ENERO DEL 2021

Caída de las ventas, menos litros consumidos, una industria que se desmorona... Estos son los numerosos titulares que aparecen en los periódicos o revistas especializadas en el mundo del vino cuando se trata de los vinos de Burdeos. Desde hace ya algunos años, sus ventas están en declive. Desafortunadamente, el año 2020 no ayudó en la mejora de esta tendencia. Como es sabido, la crisis de la COVID 19 no ha sido positiva para nadie y la región vitivinícola más grande de Francia no pudo evitar esta ola. Las cifras son el reflejo de este fenómeno: las ventas disminuyeron un 10% este año. Sin embargo, la crisis sanitaria que vivimos, hoy por hoy, no tiene la culpa de esta caída de las ventas en Burdeos. Otras razones la explican. Las exportaciones internacionales han disminuido o han parado. Actualmente, China y Estados Unidos, los mayores importadores de vinos de Burdeos, han bajado su demanda. Las ventas hacia el mercado chino bajaron mucho y los vinos de países como Australia y Chile están tomando su lugar. Estos dos países exportan sus vinos gracias a un tratado de libre comercio con China, sin tener que pagar tasas aduaneras.

Texto destacado

Las cifras son reflejo de este fenómeno: las ventas disminuyeron un 10% este año. Sin embargo, la crisis sanitaria que vivimos, hoy por hoy, no tiene la culpa de esta caída de las ventas en Burdeos.


Las exportaciones internacionales han disminuido o han parado. Actualmente, China y Estados Unidos, los mayores importadores de vinos de Burdeos, han bajado su demanda. Las ventas hacia el mercado chino bajaron mucho y los vinos de países como Australia y Chile están tomando su lugar. Estos dos países exportan sus vinos gracias a un tratado de libre comercio con China, sin tener que pagar tasas aduaneras. Cuando se trata de Estados Unidos, es la tasa aduanera impuesta por el gobierno de Donald Trump, la que es problemática. Es el resultado de la guerra entre Airbus y Boeing en el mercado aéreo. Esta tasa, que se eleva a unos 25%, es un freno importante para los vitivinicultores, quienes tratan de eludir las normas para no tener que pagarla (por ejemplo, aumentan el nivel de alcohol para lograr el de los vinos estadounidenses).  

El cambio a una vitivinicultura orgánica se hizo demasiado tarde: Actualmente, los vinos orgánicos son una real tendencia en el mercado internacional. Este giro emprendido en muchas regiones vitivinícolas francesas tuvo mucho retraso en la región de Burdeos.

Aunque es la región vitivinícola más grande de Francia, solo produce un 6,7% de vinos orgánicos. Lo que puede explicar estas cifras tan bajas, es que no hay interés por parte de los productores de “grands crus classés” de seguir en este proceso. Más allá de esto, el cambio es difícil para los que desean hacerlo ya que el clima oceánico de la región favorece las plagas como el mildiu o el oídio.  

Por otra parte, los franceses consumen menos vino: No es un secreto para nadie, los franceses son bebedores de vino. Pero, desde hace algunos años, se ha visto una disminución significativa de la cantidad de litros de vinos consumidos en Francia. Es lo que confirma la OIV (Organización Internacional del Vino) que constató entre los años 2000 y 2017, una disminución de un 21,7%.

¿Cuál es la explicación de esta tendencia?

Podemos darle varias razones a este fenómeno. Por una parte, las ventas de vinos "corrientes" no son tan importantes porque se ha perdido la costumbre de tomar vino a cada comida. Ahora, los franceses prefieren invertir en botellas de "grands crus classés" que podrán estrenar en grandes ocasiones o que agrandarán sus colecciones. Otra razón: la imagen del vino de Burdeos. Es la misma desde hace siglos, y empieza ya a tener un significado antiguo y que no está realmente de moda.

Esto se manifiesta en la etiqueta de las botellas que muchas veces representa el castillo o la propiedad vitivinícola, con el mismo estilo tipográfico. Aunque Bordeaux Supérieur intentó innovar con el concurso "Bordeaux Vin Attitude" dando la posibilidad a estudiantes de recrear la identidad visual de las botellas y de la D.O. de Burdeos, les cuesta a los vitivinicultores emprender este cambio en su comunicación y esto se ve reflejado en los jóvenes. Prefieren otros tipos de alcoholes. Bebidas como la cerveza o la sidra atraen más a los que tienen menos de 35 años, con sus etiquetas coloridas, sus diferentes sabores o la adición de siropes azucarados y su lado refrescante en verano. Están dirigidas a los jóvenes quienes no sienten la necesidad de ser expertos para consumirlas. Caída en las exportaciones, una imagen anticuada, retraso en el cambio orgánico, y modos de consumo que evolucionan, estos son los principales desafíos de la industria vitivinícola de Burdeos. Sin embargo, esta D.O. es y será un emblema para los vinos franceses, reconocidos en todo el mundo. Tendrá que adaptarse a este cambio de mentalidades y renovar esta imagen antigua para volver a encontrarse con los jóvenes y con el mundo.  

(Fotos de Guillaume Flandre)