Cerrar
Vinifera

Sobre Nosotros

Vinífera

Consultora especializada en el desarrollo de asesorías técnicas en materia vitivinícola.

About us

Vinifera

Consulting agency specialized in economic development and business projects in the fields of wine, agriculture and tourism.

Artículo #183

Turismo en América Latina: Retos y perspectivas para los destinos regionales

Por Pedro Guajardo y Gonzalo Rojas DICIEMBRE DEL 2023

En los últimos años, la globalización ha generado cambios significativos en todas las esferas de la vida, incluyendo el turismo, el cual ha experimentado un rápido crecimiento en diversos países latinoamericanos, tales como México, Brasil y Argentina, que albergan diversos destinos turísticos populares a nivel global. Asimismo, organismos internacionales como la Organización Mundial del Turismo, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial reconocen al turismo como un importante generador de divisas y empleo en naciones como Cuba, Guatemala, Puerto Rico, Costa Rica, Perú y Uruguay, ejerciendo un papel fundamental en el desarrollo de países como Colombia, Ecuador y Chile.

Texto destacado

El turismo en América Latina ha experimentado un notable crecimiento en el escenario postpandémico de los últimos dos años, impulsado por la creciente demanda de viajes internacionales, numerosas obras públicas en infraestructura y la accesibilidad mejorada a destinos remotos.


A pesar de los desafíos que enfrenta el sector, es crucial para la industria turística adaptarse a las preferencias cambiantes de los viajeros, que a menudo se ven influenciadas por sistemas de creencias y valores culturales únicos, presentes significativamente en países como Paraguay, Bolivia y Perú. Esta dinámica directamente afecta la gestión de los recursos naturales, subrayando la importancia de adoptar prácticas sostenibles en el turismo latinoamericano. Dado que muchos destinos turísticos se encuentran en entornos naturales delicados, es esencial implementar una estrategia de conservación que equilibre el desarrollo turístico con la preservación del medio ambiente, impulsando así un desarrollo local sostenible en toda la región.

Este enfoque requiere un profundo conocimiento de los principios y metodologías que fomentan un turismo responsable, accesible y respetuoso con el medio ambiente y las comunidades locales. Sin embargo, es crucial reconocer que, si bien el impacto ambiental es innegable, la sostenibilidad radica en una visión de los negocios y el crecimiento económico basados en el progreso de la sociedad en su conjunto. En este sentido, es importante considerar también los aspectos socio-culturales y económicos, que a menudo se pasan por alto.

El crecimiento postpandémico parece afectar de manera diversa según el destino. Por ejemplo, la sobredemanda en lugares como Machu Picchu genera impactos similares a los de ciudades como Venecia, Barcelona o atractivos como la Fontana di Trevi y el Vaticano. En lugares de naturaleza, como el parque Siete Tazas, en Chile, la capacidad de carga es limitada y está asociada a diversos factores, como la disponibilidad de agua, la generación de residuos y la erosión, lo que se ve agravado por las actividades turísticas.

Además, es crucial considerar la capacidad de carga comercial al gestionar la oferta de camas y al regular la afluencia de turistas (que se hospedan) y visitantes (que no pernoctan). La perspectiva de los destinos locales difiere considerablemente de la de destinos con alta afluencia turística o de atracciones únicas como Venecia. En Chile, la oferta turística local puede sufrir una afectación distinta, lo que puede resultar en una insuficiencia de oferta para satisfacer las necesidades de los visitantes en términos de experiencias turísticas.

Crecimiento constante

El turismo en América Latina ha mantenido un crecimiento constante desde mediados del siglo XX, y se prevé que esta tendencia continúe en el futuro. Este aumento ha sido impulsado por una mayor accesibilidad a destinos previamente remotos, facilitada por una red de rutas aéreas más extensa que nunca, mejoras significativas en la infraestructura pública y la promoción internacional de varios países de la región.

Los viajes internacionales han adquirido una nueva relevancia, con algunos especialistas señalando que, en algunos casos, viajar al extranjero no es significativamente más costoso que volar dentro de los propios países latinoamericanos. Este cambio ha llevado a que más personas prioricen sus gastos en viajes en lugar de en bienes de consumo.

La Organización Mundial del Turismo (OMT) proporciona a través del "Tablero de Datos Turísticos" estadísticas y perspectivas clave sobre el turismo a nivel global, nacional y regional. Estos datos revelan que, por ejemplo, México continúa liderando como el país más visitado de la región, por lejos.

Esta herramienta de las Naciones Unidas permite comprender el comportamiento de los turistas a nivel mundial. Según los datos del turismo receptivo (que incluye actividades de visitantes no residentes en el país de referencia) en 2022, los países destacados y la cantidad de turistas que recibieron el año pasado son los siguientes:

· México: 38.33 millones de turistas.
· República Dominicana: 7.16 millones de turistas.
· Colombia: 4.40 millones de turistas.
· Argentina: 3.89 millones de turistas.
· Brasil: 3.63 millones de turistas.
· Les siguen en el ranking: Jamaica (2.48 millones), Uruguay (2.43 millones), Costa Rica (2.35 millones), Chile (2.03 millones) y Perú (2.01 millones).

De esta forma, a pesar de las incertidumbres económicas, la demanda de viajes se ha mantenido sólida en América Latina, toda vez que los ecos de la pandemia van silenciándose. Sin embargo, este crecimiento no está exento de desafíos. La pandemia aceleró la necesidad de que los países y ciudades de la región tomen medidas para contrarrestar los efectos negativos del turismo excesivo y sus múltiples externalidades negativas. Ejemplos notables incluyen el ejemplo a seguir de ciudades icónicas del turismo de masas, tales como Ámsterdam, París o Venecia, que han declarado la necesidad imperiosa de implementar políticas para regular la afluencia de turistas.

Según algunos expertos en desarrollo sostenible y turismo, el equilibrio entre la promoción del turismo y la preservación de la identidad cultural y los ecosistemas naturales debe ser una prioridad para los gobiernos y las partes interesadas en la industria del turismo en América Latina.

En este contexto, países como Grecia han establecido límites en lugares emblemáticos como la Acrópolis de Atenas, con el objetivo de controlar el flujo de visitantes. Los impactos del turismo desenfrenado no solo afectan la experiencia de los viajeros, sino también repercuten en las comunidades locales, desde la saturación de servicios hasta el encarecimiento de la vida cotidiana. La implementación de medidas sostenibles se vuelve fundamental para gestionar el turismo en América Latina.

Ante el previsible aumento de la población mundial en los próximos años y la creciente demanda de destinos turísticos, especialmente de naturaleza, por lo que resulta imprescindible abordar los desafíos del turismo sostenible en la región para garantizar la preservación de los destinos y el bienestar de las comunidades locales.

Desafíos y oportunidades para los destinos regionales

El crecimiento del turismo plantea desafíos significativos, que incluyen la necesidad de gestionar de manera sostenible el flujo de turistas, mientras se mantienen intactas las libertades, preservando la autenticidad cultural y atenuando los impactos negativos en las comunidades locales. Al mismo tiempo, surgen oportunidades importantes, como la promoción de destinos exclusivos y la creación de empleo local, impulsando un enfoque de turismo responsable y sostenible a través de la mejora de la infraestructura y la colaboración entre los sectores público y privado.

Algunos desafíos:

1. Gestionar el creciente flujo de turistas sin comprometer la integridad cultural y ambiental de los destinos: El reto reside en encontrar un equilibrio entre la promoción del turismo y la preservación de la autenticidad cultural y la belleza natural de la región, evitando la explotación excesiva de recursos y la degradación del entorno local. La promoción se ha vuelto más compleja debido a su propagación a través de las redes sociales y las tendencias actuales.

2. Preservar la identidad cultural y la autenticidad de las comunidades locales frente a la influencia del turismo masivo: La preocupación se centra en proteger las tradiciones y costumbres locales de la homogeneización cultural que a menudo acompaña al turismo a gran escala, fomentando prácticas y experiencias que respeten y promuevan la diversidad cultural. En este sentido, es posible aprovechar el flujo turístico para poner en valor la diversidad cultural, incluso en destinos que no se consideran predominantemente culturales, como el caso de Pucón y la cultura Mapuche.

3. Mitigar los impactos negativos del turismo excesivo, como la saturación de servicios locales y el encarecimiento de la vida cotidiana: Es esencial implementar políticas y regulaciones efectivas que controlen la afluencia de turistas y al mismo tiempo salvaguarden la calidad de vida de los residentes locales, evitando el deterioro de la infraestructura y los servicios básicos. Es importante considerar las variaciones en los impactos y comprender cómo los destinos administran las temporadas de saturación de manera diferenciada.

4. Afrontar las consecuencias económicas y sociales de la pandemia, garantizando la recuperación sostenible de la industria turística en la región: El desafío implica implementar estrategias innovadoras que promuevan la reactivación económica del sector turístico, al tiempo que se abordan las desigualdades sociales y se promueve la inclusión de las comunidades más vulnerables. Es crucial comprender el ciclo del viaje y la cadena de valor de la experiencia en la planificación de la recuperación post-pandémica.

5. Promover prácticas y políticas de turismo sostenible que equilibren el desarrollo económico con la conservación del medio ambiente y la cultura local: Se requiere un enfoque integral que fomente un turismo responsable y respetuoso con el medio ambiente, promoviendo la protección de los recursos naturales y la preservación de la identidad cultural a largo plazo.

Oportunidades para la región:

1. Aprovechar la creciente demanda de viajes en América Latina para impulsar el desarrollo económico y la creación de empleo en las comunidades locales: La expansión del turismo brinda la oportunidad de generar ingresos y empleo, estimulando la economía local y mejorando la calidad de vida de los residentes a través de la participación en actividades turísticas y la creación de negocios locales.

2. Promover la diversidad de destinos turísticos únicos y atractivos en la región para atraer a una amplia gama de viajeros internacionales: La región cuenta con una variedad de atractivos naturales, culturales e históricos que pueden ser promocionados para atraer a diferentes tipos de turistas, fomentando la diversificación del sector y la generación de ingresos sostenibles a largo plazo.

3. Fomentar el turismo responsable y sostenible como una oportunidad para proteger y conservar los recursos naturales y culturales de la región: La adopción de prácticas y políticas de turismo sostenible puede contribuir a la conservación del patrimonio cultural y natural, fortaleciendo la conciencia ambiental y promoviendo la participación activa de la comunidad en la preservación de su entorno.

4. Mejorar la infraestructura y los servicios turísticos para ofrecer experiencias de viaje de alta calidad y atractivas para los visitantes: La inversión en infraestructura turística, como la mejora de la conectividad y el desarrollo de alojamientos y servicios de alta calidad, puede aumentar la competitividad de los destinos regionales y mejorar la experiencia general del turista, fomentando su fidelización y recomendación.

5. Impulsar la colaboración entre los actores públicos y privados para desarrollar estrategias de turismo inclusivas y sostenibles que beneficien tanto a los turistas como a las comunidades locales: La cooperación entre los gobiernos, las empresas turísticas y las comunidades locales es fundamental para promover un enfoque integral y coordinado del turismo, asegurando la equidad en la distribución de beneficios y la participación activa de todas las partes interesadas en la toma de decisiones y la planificación del desarrollo turístico.

Sin duda, la industria turística en América Latina se enfrenta a desafíos significativos en su búsqueda por un desarrollo sostenible y responsable. El equilibrio entre la promoción del turismo y la preservación del entorno natural y cultural es crucial para garantizar la integridad a largo plazo de los destinos. La protección de la identidad local y la mitigación de los impactos negativos del turismo excesivo requieren una cuidadosa planificación y colaboración entre los actores públicos y privados. Además, la recuperación post-pandémica ha planteado la necesidad de estrategias innovadoras que impulsen la reactivación económica de la industria turística, abordando al mismo tiempo las desigualdades sociales y promoviendo la inclusión de las comunidades vulnerables.

No obstante, dentro de estos desafíos se encuentran numerosas oportunidades. La creciente demanda de viajes en la región puede servir como un catalizador para el desarrollo económico local y la creación de empleo, siempre y cuando se implementen medidas responsables que preserven el patrimonio cultural y natural. La diversidad de destinos turísticos únicos y atractivos en América Latina brinda la posibilidad de atraer a una amplia gama de turistas internacionales, fomentando así una mayor diversificación del sector y generando ingresos sostenibles a largo plazo.

La promoción de prácticas y políticas de turismo sostenible puede ser vista como una oportunidad para proteger y conservar los valiosos recursos naturales y culturales de la región, fortaleciendo la conciencia ambiental y fomentando una participación activa de la comunidad en la preservación de su entorno.

Con una infraestructura turística mejorada y un enfoque colaborativo entre los sectores público y privado, América Latina tiene el potencial de ofrecer experiencias de viaje de alta calidad que atraigan a turistas de todo el mundo, promoviendo así el desarrollo económico y la preservación de su rica herencia cultural y natural.


(*) Los autores:

- Pedro Guajardo, ingeniero en gestión turística, MBA en turismo sostenible.

- Gonzalo Rojas, historiador, doctor© en estudios internacionales.