Artículo #147
Cómo avanzar hacia cooperativas agrÃcolas 2.0
¿Qué pasa que las cooperativas en Chile, en general y las agrÃcolas en particular, no terminan de atraer a los agricultores? No obstante, aún a pesar de las enormes bondades conocidas, ocurre que en los últimos tres gobiernos, desde el año 2014 hasta 2022 - es decir, casi todo el arco polÃtico - han puesto un acento especial en el la promoción de las cooperativas en la agricultura, y en efecto, se han ido creando nuevas en el tiempo. Pero, el éxito no ha sido el esperado.
Texto destacado
Se habla mucho que en Chile la experiencia de las cooperativas no fue buena y eso, probablemente, sea verdad, ya que era una época en que habÃa una gran carga ideológica, un Estado fuerte y un sistema de empresas campesinas incipientes.
Existe un marco legal bastante robusto y extenso, basado en DFL Nº 5 del MINECON del año 2003, qua ha sufrido varias modificaciones, a objeto de perfeccionarlos, siendo la última en 2020. Que duda cabe de las bondades teóricas de las cooperativas en el agro. Una producción atomizada que obligatoriamente debe ir a un punto de acopio, como: molinos, bodegas de vinificación, packings, centrales lácteas y agroindustrias en general.
Habrá que reiterar hasta la saciedad, que las grandes empresas agrÃcolas de nivel mundial son prácticamente todas cooperativas. Datos del año 2020, indican que, a nivel federativo, destacan, la japonesa Zen-Noh, una agrupación de 945 cooperativas del paÃs asiático, instalada en más de 10 paÃses y que factura 56.150 millones de dólares contando con 7.960 trabajadores, la Federación de Cooperativas de Corea del Sur con una facturación de 41.410 millones de dólares, obtenidos de una producción que supone casi el 48 % de los productos frescos del paÃs asiático, cuenta con 100.594 empleados.
A nivel de una sola entidad cooperativa, destacan la neozelandesa, Fonterra, con una facturación que supera los 14.150 millones de US$ y 22.358 empleados. La holandesa Friesland Campina, que factura 13.650 millones de dólares contando con 23.659 trabajadores; Dairy Farmers of América, cuyo dato de facturación se sitúa en los 13.630 millones de euros y una cooperativa nacional de comercialización de leche en Estados Unidos, la danesa Arla Food con 12.320 millones de dólares de facturación.
Se habla mucho que en Chile la experiencia de las cooperativas no fue buena y eso, probablemente, sea verdad, ya que era una época en que habÃa una gran carga ideológica, un Estado fuerte y un sistema de empresas campesinas incipientes (hablamos de las décadas de 1960 y 1970). Pero eso ocurrió hace 50 años; es extraño que esa experiencia tenga tanto peso, a la luz del contexto mundial exitoso de este modelo de organización en el agro.
En este mismo sentido, cabe destacar que el tema de la confianza es central en cualquier emprendimiento asociado, pero existen muchas sociedades comerciales que funcionan perfectamente, bajo diferentes formatos, desde las EIRL, hasta empresas grandes, incluso en las sociedades anónimas, donde las personas compran acciones, de forma que pasan a ser dueños de parte de la empresa, sin tener idea quienes son el resto de los socios y dueños.
Pareciera ser que a pesar la Ley de Cooperativas y su reglamento, que es muy completa y el renovado interés por la materia, por parte del actual ministro de Agricultura, no termina de motivar con fuerza a los potenciales cooperados.
Finalmente, creemos necesario referirse a las cuestiones que estimamos que se deben tener presentes a la hora de promover la constitución de una empresa, bajo el formato de una cooperativa:
a. Las empresas tienen por finalidad generar utilidades económicas, para sus dueños, independiente del formato de organización. Están condenadas al fracaso si su eje se funda en otras razones, como: ideales comunitarios, cooptación polÃtica y cuestiones identitarias.
b. La decisión de pasar a formar parte de una cooperativa, por parte de un agricultor, debe ser claramente una mejor opción económica que seguir solo en esa actividad y el riesgo de ingresar debe se relativamente bajo.
c. La experiencia muestra que un factor de éxito, es que la cooperativa la formen agricultores de diferentes tamaños (pequeños, medianos y grandes) y no entidades homogéneas (i.e. sólo campesinos, sólo indÃgenas o sólo mujeres).
d. La regla de un socio un voto, queda obsoleta, en un modelo en el que hay actores heterogéneos, en tamaño, capital y capacidad de gestión.
e. Otro factor de éxito pareciera ser que, el eje fundamental de la cooperativa, debiera orientarse a la comercialización del producto final. Sin perjuicio, de otras actividades, como son las compras de insumos, transformación del producto, acondicionamiento del producto.
f. Parece ser cada vez más importante en las futuras cooperativas, la logÃstica que las instalaciones, actualmente todo se puede arrendar o tercerizar, aumentando la competitividad. Lo importante es la capacidad de la dirección de la empresa.
g. La dirección de la empresa debe ser, cien por ciento técnica, basada en relaciones formales y formalizadas, entre los cooperados y entre estos y la dirección de la empresa.
h. Debe existir un compromiso significativo del cooperado con la empresa, con contratos de mediano plazo (10 años) en que al menos le entregue el 80% de su producción a la empresa
i. Seria muy interesante que, en alguna de las cooperativas vitivinÃcolas del Maule, por ejemplo, se integrarán un par de empresas grandes, como Santa Carolina, Concha y Toro o Bodega Miguel Torres, tendiendo a la vista la extraordinaria experiencia y trayectoria de COLUN, por ejemplo.