Cerrar
Vinifera

Sobre Nosotros

Vinífera

Consultora especializada en el desarrollo de asesorías técnicas en materia vitivinícola.

About us

Vinifera

Consulting agency specialized in economic development and business projects in the fields of wine, agriculture and tourism.

Artículo #59

El Estado y la agricultura: metodología clínica, diagnóstico y tratamiento

Por Tonci Tomic FEBRERO DEL 2021

Es casi un lugar común, decir que el impacto de la acción del Estado, en materia de fomento productivo agrícola, es bajo, disperso, duplicado y poco integrado. Lo han dicho desde todos los sectores políticos, estando en el gobierno o en la oposición. Pero, como buen país en desarrollo, seguimos básicamente igual, como en muchas otras materias de la acción pública, dominados por lo que, podríamos llamar, la “inercia institucional". Teniendo en mente el trabajo de CORFO e INDAP, principalmente, se observa que, si bien la base y los principios son positivos y razonables, los programas y los instrumentos se van diseñando y desarrollando, como entidades independientes unas de otras, basada en la intuición y el conocimiento de alguna autoridad que ejerce de “gurú”, en las altas esferas de estas instituciones. Comúnmente se trata de diseños, a veces espectaculares, interesantes, pero a la vez teóricos y con poca base en la realidad del país. Todavía nos resuenan palabras como “unicorn”, “centaurus” y “little pony” o “circuitos cortos”.

Texto destacado

Como buen país en desarrollo, seguimos básicamente igual, como en muchas otras materias de la acción pública, dominados por lo que, podríamos llamar, la “inercia institucional".


El problema económico, que enfrentan las personas en el campo o en la ciudad, es básicamente el de obtener un ingreso, en que la mayoría de las personas lo hacen a través de un determinado empleo. Sin embargo, en el agro, además de un empleo (formal) hay un mundo de base campesina, algo como PYME agrícola, que obtiene su ingreso por medio de una fuente múltiple (agrícola y no rural), que, en general, busca maximizar su ingreso total. En cambio, hay otra realidad, que tiene una mayor dotación de recursos productivos, que genera sus ingresos maximizando la utilidad de su negocio como agricultor.
Esta primera diferenciación, estimamos que es muy importante, para objetivar el tipo de apoyos que cada uno de estos actores necesita. Con relación a los primeros, lo que buscan es obtener un ingreso que les permita solventar sus gastos familiares, a través de ingresos monetarios y no monetarios, con trabajos remunerados de tiempo parcial o de temporada, comerciando y/o produciendo algunos productos e incluso prestando algunos servicios menores.

Para ese grupo, el desafío es cómo hacer que alcancen un ingreso anual que satisfaga sus necesidades, y puedan desarrollarse y progresar en la vida.

El segundo grupo, son agricultores propiamente tal, siendo la agricultura su ocupación permanente, que maneja una cierta dotación de recursos productivos, de tierra y capital; y que tienen un “negocio” entre manos, que funciona a ratos mejor o peor, pero que eventualmente, les permite proyectarse en esa actividad en el tiempo.
Cuando uno va al médico, el especialista utiliza la metodología clínica, que consiste en una serie de etapas sucesivas, que son: anamnesis, auscultación, información específica (exámenes, radiografía) diagnóstico y tratamiento.
En el caso de la acción del Estado y la agricultura, la anamnesis es básicamente saber si estamos frente a una persona del grupo uno o del grupo dos. Es preciso conocer -en el caso del grupo uno- cuál es su estrategia actual de generación de ingresos y a cuánto aspiraría o cuál es su expectativa.

En el caso del grupo dos, lo primero es conocer cuál es el negocio, de la persona y explorar en conjunto, cuáles son sus principales problemas que le impiden desarrollar todo el potencial de su empresa, si ese fuera el caso. El proceso de auscultación, significa conocer en detalle las estrategias concretas, las diversas realidades territoriales, económicas, comerciales, contables, productivas o culturales de cada persona en cada una de las condiciones objetivas que deben enfrentar, para desarrollarse, ya sea que pertenezcan al grupo uno o grupo dos.
Eventualmente, puede ser que se requiera información adicional, que ni siquiera los actores las conozcan, como, por ejemplo, detalles del mercado del trabajo local, qué están requiriendo las empresas del sector.

Se precisan estudios de características de la demanda de un determinado producto o servicio; estudios de suelo, calidad del agua de riego, etc.
Con estos antecedentes, se debe elaborar un diagnóstico preciso del problema que enfrenta la persona. Este debe ser concreto, específico y caracterizado en sus componentes mas importantes. Esto permite, determinar los cuellos de botella, que le impiden desarrollare.

Ya sea estos relativos a: conocimientos específicos, financiamiento, tecnología, procesos y comercialización; pero no genérico.
Por último, se debe proponer un tratamiento o un plan de solución, que permita salir de la situación actual, sub-óptima, y avanzar hacia un estadio superior, en materia de ingresos o de utilidad, dependiendo de si es del grupo uno o del grupo dos.
Y, naturalmente, este avance debe ser parametrizado y monitoreado, para asegurarse que efectivamente la metodología clínica fue correctamente aplicada y sirvió para “aliviar la enfermedad”.

Estimamos que este puede ser un núcleo metodológico, en torno al cual se articulen los diferentes instrumentos, que apuntan específicamente a resolver un problema en concreto, asociado a un plan de trabajo; al cual pueden concurrir uno o mas instrumentos, dependiendo del problema diagnosticado y la solución propuesta.