Artículo #12
Viñas chilenas como Patrimonio Mundial de UNESCO
Dos décadas atrás, durante el mes de febrero de 1999, entre los días 1 y 18, tuvo lugar una visita técnica en profundidad, llevada a cabo por tres de los más reconocidos expertos de la vitivinicultura mundial: Denis Boubals (Universidad de Montpellier. Ex vicepresidente de la OIV), Mario Fregoni (Universidad de Piacenza. Presidente Honorario de la OIV) y Alejandro Hernández (Pontificia Universidad Católica de Chile. Presidente Honorario de la OIV). Este último especialista, actuó como anfitrión y guía de la delegación. La visita -organizada por la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC)- consistió en un recorrido por las 40 principales viñas del país, ubicadas entre los valles de Copiapó y Traiguén, con más de 20.000 hectáreas y 3.000 km de camino recorridos.
Texto destacado
“La viticultura de Chile podría ser reconocida como Patrimonio de la Humanidad UNESCO y estímulo a la autoridad chilena a proceder en tal sentido, presentando la candidatura". (M. Fregoni)
Al cabo de dicho periplo, ambos académicos extranjeros invitados, elaboraron informes técnicos, de gran valor agronómico y enológico para el desarrollo de la viticultura chilena.
En su resumen técnico, el documento señala como principales conclusiones:
“1. Chile posee, desde el punto de vista geológico y agronómico, condiciones edafoclimáticas extraordinariamente idóneas para la vitivinicultura, especialmente para la producción de vinos de calidad superior”.
“2. La riqueza de su material genético, mayoritariamente prefiloxérico, es única en el mundo y debiese ser relevada y puesta en valor con mayor fuerza por la Industria Vitivinícola y los actores públicos del Estado en esta materia”.
“3. Excepcionales condiciones fitosanitarias, ampliamente reconocidas a nivel internacional, las que hacen de Chile el lugar de la “viticultura más biológica (orgánica) del mundo”.
“4. Por su riqueza infraestructural y desarrollo productivo, Chile es uno de los más importantes productores de vinos a nivel internacional, y lo seguirá siendo, conforme vaya consolidando su proceso de consolidación y desarrollo productivo”.
“5. Con el objetivo de promover el conocimiento enológico, se insta a la construcción de un Instituto de la Vid y del vino, con enfoque en la investigación”.
“6. La viticultura de Chile podría ser reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad, por parte de la UNESCO y estimulo a la autoridad chilena a proceder en tal sentido, presentando la candidatura. El merecido reconocimiento de una viticultura excepcional, de pie franco y sana, prácticamente biológica (orgánica), mantenida libre de virus por casi cinco siglos, estimulará a Chile a tomar importantes decisiones de interés mundial, en favor de la viticultura de todos los países de la tierra. Se insta a las autoridades chilenas a presentar la candidatura” (Boubals, Fregoni. “Factores de Calidad de la viticultura chilena I y II”, P. 4-5, 1999).
Este último punto es el que nos parece más significativo, dado su gran alcance y perspectiva global.
Hoy en día, veinte años después de la visita de Denis Boubals y Mario Fregoni, se han generado condiciones para comprender el significado profundo de sus informes. Poco a poco, la fascinación por el paradigma francés ha perdido vigencia como un absoluto. En su lugar, poco a poco, se han comenzado a valorar las variedades y vinos patrimoniales, como así también, han emergido un número importante de publicaciones académicas relevantes en este sentido.
Es tiempo que los investigadores y académicos, junto a los profesionales del sector vitivinícola, demuestren un compromiso con el valor de nuestra vitivinicultura, principalmente con los viñedos ancestrales, donde la historia y la geografía, la biología y la enología, se han conjugado en armonía.
Nota: Imágenes gentileza Viña Clos de Luz.